La Nochebuena en Argentina se tornó sombría con la noticia de que más de 7 mil empleados públicos serán despedidos a partir del primero de enero, según el reciente decreto de necesidad y urgencia (DNU) del presidente Javier Milei. Este anuncio ha dejado a miles de familias enfrentando la incertidumbre y la preocupación en una fecha que debería ser de celebración.
La resistencia a estas medidas se ha manifestado a través de cacerolazos y críticas al presidente, quien ha menospreciado abiertamente al Congreso desde su asunción. Expertos y analistas destacan la sorprendente rapidez con la que la población ha expresado su descontento, marcando un inicio tumultuoso para el gobierno de Milei.
La economía, ya afectada por la inflación y la disminución de las ventas, enfrenta nuevos desafíos con la amenaza de la desaparición de empresas públicas en el país.